La lucha del Imán gay de SudáfricaLa mezquita 'gay-friendly'
Muhsin Hendricks cree que la homosexualidad no sólo no es pecado sino que es parte del Islam
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Cuando la familia de Muhsin Hendricks llegó a Ciudad del Cabo procedente de Indonesia, no sabÃan que su nieto se convertirÃa en un activista clave para los derechos del colectivo homosexual en Sudáfrica.
Criado en el seno de una familia muy ortodoxa, su abuelo era Imán. Durante su adolescencia, Hendricks comenzó a sentir atracción por los hombres y entró en un gran conflicto interno al darse cuenta de que el Islam, la religión que adoraba y sobre la cual querÃa profundizar su conocimiento, condenaba sus inclinaciones.
Sin embargo, eso no le impidió seguir con adelante con la idea de convertirse en Iman. Con 23 años, se trasladó a Pakistán para estudiar y alcanzar la formación necesaria. Allà se casó con una mujer y con ella tuvo tres hijos. Pero no tardaron en aparecer las dudas y el matrimonio se rompió después de seis años. Entonces regresó a Ciudad del Cabo, donde comenzó a dar clases de Corán en diversas escuelas, hasta que un dÃa tomó la decisión de confesar su sexualidad.
“Utilizar el Islam como una justificación de la homofobia es equivocado. De niño, yo querÃa ser un buen musulmán y no ser castigado por homosexual”
Esa liberación fue el impulso necesario para ponerse en contacto con otros musulmanes en su misma situación. Después de varias reuniones, Muhsin encontró su rol en la vida: ayudar a los demás. Asà nació INNER CIRCLE, una organización para ayudar a los musulmanes marginados a causa de su condición sexual. AllÃ, los musulmanes tienen la oportunidad de encontrarse con otros fieles y sentirse cómodos en un ambiente que les proporciona seguridad. Las mujeres no están tampoco obligadas a rezar separadas de los hombres ni a llevar el hiyab si no se encuentran cómodas. Una arriesgada propuesta que busca el respeto de todos, y que desafÃa a los preceptos de los imanes más tradicionales.
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