Estados Unidos y la guerra en Irak: un conflicto interminable

La guerra en Irak es uno de los conflictos de mayor duración que ha sostenido Estados Unidos a lo largo de toda su historia. Una de las motivaciones para llevar a cabo estas acciones violentas es el de satisfacer sus intereses económicos. Además de esto, existen otros factores que influyen en el desarrollo de su intervención militar en dicho país. En este artículo se dan más detalles clave sobre la evolución de esta guerra y bajo qué contexto está ocurriendo.

Origen de la guerra en Irak

Los antecedentes de este conflicto bélico datan de principios de 1991, cuando Estados Unidos, junto a una coalición de otros países, organizaron y ejecutaron un plan de intervención militar en Irak. El principal objetivo de la misión era lograr el retroceso del ejército iraquí, que había tomado control de Kuwait. Este evento se denominó como la guerra del Golfo Pérsico y duró poco más de 1 mes.

La invasión marcó un antes y un después en el ámbito de la estrategia militar y fue el primer conflicto armado que respondía a órdenes de nuevo perfil. En cuanto a la cooperación internacional, 34 países formaron parte de esta intervención militar, que contó con el respaldo de las Naciones Unidas.

Después de este conflicto, a finales de 2001 se produjeron los ataques a las Torres Gemelas de Nueva York. Debido a esto, las relaciones ya inestables de EE. UU. con Irak llegaron a un punto de no retorno. Dos años después, el presidente George W. Bush declaró la guerra formalmente a esta nación. Al utilizar el pretexto del ataque terrorista para ejecutar la invasión, el Gobierno estadounidense obtendría también acceso a diversos recursos energéticos y de materia prima.

Inicios del conflicto armado

La invasión en 2003 hacia territorio iraquí estuvo precedida por diversas declaraciones a nivel mediático por parte de representantes del Gobierno estadounidense. Una de las más notables e influyentes fue la del entonces embajador de Estados Unidos para las Naciones Unidas, Colin Powell.

Este diplomático hizo unas declaraciones en el Consejo de Seguridad de dicho organismo en las que indicó que Irak poseía armas de destrucción masiva. Entre el armamento supuestamente detectado por imágenes satelitales, el Gobierno de los EE. UU. habría encontrado armas químicas.

Estos eventos llevaron a que la población norteamericana con ideales republicanos mantuviera un apoyo permanente a la guerra. La presión mediática fue otro factor influyente en el inicio del encuentro bélico entre ambas naciones. Posteriormente, Estados Unidos empezaría a planear una intervención definitiva sobre la nación de Irak con el fin de satisfacer distintos objetivos estratégicos.

Invasión

La intervención americana en territorio iraquí ha estado caracterizada por dos etapas que todavía forman parte del desarrollo de dicho conflicto en la actualidad.

La primera de ellas, la guerra del Golfo Pérsico, se inició el 17 de enero de 1991 y finalizó el 28 de febrero del mismo año. Tras esta operación, las tropas restantes que residían en Irak fueron retiradas en los seis meses posteriores. Las relaciones diplomáticas entre ambos países se mantuvieron en un estado incierto durante una década.

La toma forzosa de la región de Kuwait fue ordenada por el entonces presidente Sadam Husein, quien buscaba tener el control total de las reservas de petróleo disponibles en la región. Las reacciones de la ONU ante esta decisión derivaron en sanciones económicas y en el bloqueo del tráfico aéreo.

A pesar de que la organización dio un ultimátum a Sadam para que retirara sus tropas, este continuó con su ofensiva. A partir de ahí, se dio inicio a la operación Tormenta del Desierto, que logró el retroceso de las fuerzas militares de Husein.

La segunda etapa del conflicto hace referencia a la invasión de 2003. Después del ataque terrorista perpetrado a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, las acciones militares del Gobierno norteamericano se intensificaron. Además de buscar el control total sobre las reservas minerales de la zona, se deseaba instaurar un Gobierno títere.

De esta manera, el control ejecutivo sobre Irak sería mucho más fácil de manejar para obtener aliados en la zona del Medio Oriente. Este conflicto se mantiene aún a día de hoy. Múltiples Gobiernos estadounidenses han prometido a lo largo de los años retirar las tropas de Irak. Sin embargo, esta promesa no ha sido cumplida en ningún momento y no parece haber intenciones de hacerlo.

Impacto mediático de la guerra en Irak

El poder de los medios de comunicación internacionales durante las primeras etapas de esta guerra fue de gran magnitud. En el Medio Oriente, se acusaba a Estados Unidos de utilizar la fuerza bruta y la violencia extrema para cumplir con sus objetivos expansionistas.

En Europa, el respaldo hacia la intervención militar fue bastante desigual. Mientras que Inglaterra y España mostraron un firme apoyo, países como Alemania, Francia o Rusia se opusieron al uso de la violencia armada.

Según el Ministerio de Salud de Irak, ha habido más de 150 000 muertes a causa del conflicto. Sin embargo, varias organizaciones de análisis internacional hablan de más de un millón de muertes violentas.

Situación actual

El desarrollo del conflicto entre Estados Unidos e Irak no ha cambiado mucho en los últimos 10 años. En 2020 se produjeron diferentes ataques contra líderes militares iraquíes. Un ejemplo de ello fue el magnicidio de Qasem Soleimani, comandante de la fuerza militar de la nación.

Durante todo este tiempo, se han producido multitud de protestas y marchas en contra de las acciones perpetradas por el Gobierno estadounidense. Además, algunos políticos iraquíes han propuesto la idea de estabilizar las relaciones diplomáticas con EE. UU. sin conseguir éxito.

Por otra parte, durante los últimos años diversos presidentes han demostrado el deseo de reducir el número de tropas en Irak. Sin embargo, desde SinFiltros se ha podido constatar que, a lo mucho, solo ha disminuido el número de fuerzas militares presentes en Irak hasta la mitad. Además, según el Pentágono, no existe una intención clara de eliminar la presencia de tropas estadounidenses. Sin duda, la guerra de Irak todavía no ha acabado.

Julia Puentes