Adictos a WhatsApp: una droga virtual

Los adictos a WhatsApp son personas que no pueden vivir sin esta plataforma y su número crece exponencialmente en la actualidad. Aunque esta problemática es difícil de controlar, y está muy fomentada por el auge de las redes sociales, puede mejorarse a lo largo del tiempo con los conocimientos adecuados. Es por ello que, a continuación, se profundizará más en este tema para aportar información útil y práctica.

Adictos a WhatsApp: ¿De dónde nace este problema?

En la última década, el desarrollo de las nuevas redes sociales ha generado la necesidad de estar siempre conectado. En un principio, el acceso a este contenido estaba bastante regulado, por lo que niños y jóvenes no solían ingresar en los portales las 24 horas del día. Sin embargo, con el paso de los años, la tecnología se ha expandido en diferentes aspectos y se ha convertido en un recurso que todo el mundo utiliza diariamente.

A pesar de sus ventajas, las redes sociales se han transformado en un espacio tóxico y sumamente dañino en el ámbito social para determinados individuos. El entretenimiento está disponible en todo tipo de aplicaciones: desde revisar y subir historias hasta pasar horas chateando con los amigos. El espacio personal y la privacidad han perdido cierto valor debido a la frecuente e imparable comunicación entre los usuarios.

El afán de querer conocerlo todosobre cualquier persona produce una especie de morbo yeste el principal motor de la adicción. Otro motivo desencadenante es la dependencia emocional, una enfermedad que se ha desarrollado a pasos agigantados. Se trata de una necesidad intensa de mantener vínculos constantes con algunos seres queridos con el fin de sentirse constantemente apreciado por el otro. Quienes padecen esta patología mental viven con el miedo continuo a ser abandonados o rechazados.

¿Quiénes son los más afectados?

El rango medio de edad de usuarios dentro de la aplicación va desde los 12 años hasta los 60. Los efectos de la adicción al WhatsApp son distintos en adultos y jóvenes, por lo que se pueden categorizar de la siguiente manera:

  • Niños y jóvenes: Es uno de los grupos más adictos al WhatsApp como consecuencia de su acceso temprano a la tecnología. El deseo incontrolable de observar mensajes e historias provoca una hiperestimulación que es bastante difícil de aminorar. Esto se convierte en un problema cuando la entrada a dicha estimulación está disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Este conjunto es mucho más susceptible de desarrollar cuadros psicológicos graves debido a la exposición constante a estas redes sociales.
  • Adultos: Las personas de entre los 40 y 60 suelen tener un riesgo menor de padecer trastornos psicológicos al emplear WhatsApp. Dado que su ingreso en estas aplicaciones fue tardío, un adulto es capaz de mantener una interacción social normal fuera de un entorno virtual. Por otra parte, se sabe que un gran porcentaje de esta población prefiere realizar llamadas telefónicas.

Síntomas de adicción a redes sociales

Algunas de las manifestaciones más comunes y representativas de una adicción a la red social WhatsApp son las siguientes:

  • Uso consciente de la app en contextos peligrosos o en momentos inapropiados.
  • Pérdida de interés en actividades deportivas o salidas con familiares y amigos.
  • Conflictos habituales con personas allegadas a causa de la utilización excesivamente frecuente de la aplicación.
  • Aislamiento prolongado por días.
  • Mantenimiento de conductas destructivas a pesar de conocer el daño que ocasionan.
  • Insomnio o desarrollo de trastornos severos del sueño.
  • Sensación de ansiedad cuando un mensaje no es contestado a tiempo o si no se envía rápidamente.
  • Estrés o inquietud al no tener el móvil al alcance de la mano.
  • Cambios de humor repentinos provocados por la incapacidad de acceder a los chats.

El control sobre el consumo de plataformas sociales

Obviamente, tener un control personal sobre la frecuencia con la que se accede a WhatsApp y a otros medios sociales es el primer paso para solucionar estos problemas. Por esta razón, el Gobierno español ha colaborado en el desarrollo de programas de concienciación para evitar adicciones de este estilo. Un buen ejemplo es el plan “#Descubre. No bloquees tu salud mental”, el cual va dirigido al público joven de alto riesgo.

A través de estas herramientas,se pretende informar sobre el riesgo que conlleva el consumo excesivo de redes sociales, especialmente en personas de entre los 12 y 18 años. La salud mental es otro de sus principales focos y este es el tema central que impulsa la creación de la campaña. Durante los últimos años, ha sido capaz de llegar a más de 12 000 alumnos en todo el país. Se dirige a distintas instituciones, donde se imparten charlas educativas y didácticas para brindar datos relevantes sobre el empleo de apps sociales.

Desde SInfiltros, se cree que planes como este seguirán siendo utilizados en el futuro cercano como una herramienta de apoyo social saludable y fácil de entender. También se espera que su influencia en la población juvenil disminuya los casos de trastornos emocionales y psicológicos a largo plazo.

¿Cómo tratar esta adicción?

Prescindir de esta aplicación no es recomendable, puesto que es imprescindible mantener una comunicación frecuente con los seres queridos. No obstante, regular su uso es crucial para tratar o prevenir una adicción en el futuro. Algunos consejos útiles son los siguientes:

  1. Configurar las notificaciones para evitar que aparezcan en pantalla o eliminar su sonido al recibir un mensaje.
  2. Establecer horarios específicos para revisar las redes sociales y dejar espacio para hacer otro tipo de tareas.
  3. Efectuar una detoxificación virtual. Se trata de eliminar aplicaciones por un periodo determinado o apagar el teléfono en su defecto.
  4. Documentarse sobre el uso adecuado de plataformas sociales y cómo sacar un provecho positivo al emplearlas conscientemente.
  5. En casos extremos, se aconseja consultar con un psicólogo o experto en el tratamiento de trastornos de esta índole.

Los adictos a WhatsApp siempre deben buscar ayuda. Al darse cuenta de su problema, tienen más probabilidades de tratarlo a tiempo y con mayor facilidad. Igualmente, podrán compartir su experiencia con otros afectados.

Julia Puentes