Dark WebEl mercado del mal
Nos adentramos en el abismo de Internet allá donde el narcotráfico, el cibercrimen, el hacking, el tráfico de armas, la venta de órganos, la pornografÃa infantil y la ultraviolencia campan a sus anchas
Información
El Internet por el que navegamos cada dÃa a través de los motores de búsqueda tradicionales como Google apenas representa un 10% de la red de redes.
Por debajo, en lo que conocemos como la Internet Profunda, encontramos todo aquello que por diversos motivos no ha sido jamás indexado; desde bases de datos, a registros mercantiles o informes médicos. La Deep Web suma un 80% de Internet.
Sin embargo, en las profundidades de la red son los criminales quienes dictan su ley. En la oscuridad, que representa el 10% restante de Internet, es fácil acceder a supermercados online donde se puede adquirir todo tipo de estupefacientes, desde hachÃs, marihuana o heroÃna, hasta cocaÃna o anfetaminas, pasando por todo tipo de psicodélicos y drogas experimentales.
En la Dark Web el narcotráfico, el cibercrimen, el hacking, el tráfico de armas, la venta de órganos, la pornografÃa infantil y la ultraviolencia campan a sus anchas
En el gran bazar de la Dark Web contratar a hackers dispuestos a “arruinar” vidas como aseguran en sus anuncios o comprar cualquier tipo de malware o virus informático de alta capacidad destructiva permanece al alcance de unos pocos clicks.
No es necesario, asimismo, esforzarse demasiado para adquirir un arma libre de cualquier tipo de control por parte de la administración.
Por cien dólares se pueden comprar una pistola Beretta en la Dark Web.
A estas webs de e-commerce que simulan a páginas tradicionales de venta online como e-Bay o Amazon somos guiados por un experto en ciberseguridad que toma todo tipo de precauciones para conectarse a la Internet Oscura y que se niega ante nuestras cámaras a explorar rincones aún más perturbadores y siniestros.
Hasta ellos somos conducidos por 0X22, un hacker de Sombrero Gris, que disfruta denunciando y extorsionando pederastas en la Dark Web. De su mano visitamos estas ingentes redes de pederastas donde el visitante es el extraño y donde la pedofilia es ley. En el abismo encontramos la ultraviolencia desatada; snuf movies, torturas y mutilaciones anidan en lo más profundo. Y hay quienes desembolsan mucho dinero para ver morir a alguien en su pantalla después de sufrir inenarrables torturas, incluso niños.
Viajamos a la Dark Web.
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